Qué hacen los profesores cuando no pueden controlar completamente la clase?
Tanto las respuestas de las entrevistas como las de los cuestionarios indican que muchos profesores tienen que enseñar en clases en las que no se sienten completamente relajados y en control y que no pertenecen a los niveles 9 y 10 de la escala. Muchos profesores admiten que en ocasiones han tenido grupos que no han disfrutado de su modo de enseñanza. ¿Cómo responden los profesores ante esta situación? Se mencionaron varias opciones.
Cambiar el formato de la lección | ‘Cambio el orden de las cosas. Realizo las actividades más divertidas al final de la clase en lugar de al principio como recompensa por su cooperación… de modo razonable’. (Profesor recién licenciado)
‘Con los peores grupos he tenido que desviarme de la enseñanza clásica en el sentido de tener cierto tipo de exposición, introducción oral en la lección. Al principio no hablo. Cuando entran en clase, la actividad está encima de sus mesas y les pido que comiencen inmediatamente. Incluso con los grupos realmente conflictivos, algunos de ellos se pondrán manos a la obra o simplemente bajarán las cabezas. Esto limita el número de alumnos con los que tendré que lidiar. Es entonces cuando me centro en ellos. Les llamo por su nombre, tratando de persuadirles, calmándolos. Intento tener algo pensado como recompensa al final de la lección…acabaremos con un video si ….’ (Profesor recién licenciado)
‘Solía recurrir a una serie de hojas de trabajo, tareas sencillas, rellenar espacios en blanco, algo que les mantuviese ocupados. Ahora que tengo más experiencia probablemente haría algo distinto, pero en aquel en entonces era lo único que me ayudaba a superar el día’. (Siete años de enseñanza)
‘Si se trata de la sexta clase en jueves o viernes, debo cambiar mi planificación radicalmente. Existe una diferencia real entre qué puedo hacer con ellos y mi planificación debe adaptarse. Uno debe desarrollar un mejor entendimiento sobre lo que ellos consideran que es la escuela. La mayoría de ellos ya han tenido bastante. No quieren estar en clase, quieren irse a casa. Están deseando ir a jugar con los amigos y socializarse. Hay que romperse el lomo para lograr algo realmente estructurado o determinado, o intentar presentar algo que les interese, lograr capturar su atención, por lo menos intentar y planificar algo divertido o algo interesante durante la lección, incluso si implica perder un poco el rumbo en lo que a contenido se refiere’. (Profesor recién licenciado)
(Varios profesores mencionaron el uso de breves extractos de video como modo de lidiar con la lección con grupos difíciles).
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‘Continuar’ | ‘He aprendido que no hay que tomarse las cosas al pie de la letra. Con algunos grupos hay que ser más tolerante, y solamente insistir en los problemas más importantes’. (Profesor recién licenciado en una escuela difícil)
‘Con algunos grupos continúo a menos que se produzca alguna interrupción grave. A veces se calman un poco cuando se dan cuenta de que no les hago ningún caso y continúo con la lección. Acaban bajando la cabeza y se desploman sobre los escritorios. Sé que la teoría es que empeorarán hasta que conozcan mi límite, pero no parece ser la norma’. (Profesor recién licenciado en una escuela difícil)
‘Sigo ignorando algunas cosas. Uno no puede ser meticuloso con todo. Pero hablar mientras uno habla es algo que no se puede tolerar. No podemos recriminarles constantemente por cosas como “¿Dónde está tu corbata?”, “Tira el chicle a la basura”, “Deja de hacer ruidos con la regla”, “Deja de menearte en la silla”, “Date la vuelta” … se trata de tener prioridades, el arte de lo posible, un paso cada vez’. (Tres años de enseñanza)
‘He aprendido a lidiar con ello. Hay que ignorar ciertas cosas… a veces incluso normas básicas que has estado intentando aplicar … porque es uno de esos días que uno solo puede hacer lo mejor que pueda. Hay que continuar, no parar, centrarse en los niños que están aprendiendo y respetando incluso aunque no sean muchos’. (Profesor experimentado) |
‘Mantén la calma’ | ‘Es importante no enfadarse con todos ellos porque estás bajo presión. Hay que ser siempre educado, mostrarte calmado y razonable, incluso si es lo último que te apetece hacer. Hay que tener la paciencia de un santo algunos días y tienes que aprender a desarrollar una coraza, a no tomarte las cosas de modo personal’. (Profesor recién licenciado)
‘Lo más duro es aprender a mantener la calma bajo presión. No permitas que te alteren. Lo aprendí casi por casualidad. Una mañana que me encontraba realmente cansado y enfermo. No me rendí. No les dejé hacer todo lo que querían, pero quizás bajé un poco el listón y pareció que no les apetecía tanto interrumpir’ (Dos años de enseñanza)
‘Sé que supuestamente no debes hacerlo, pero a veces salgo durante un minuto… no voy lejos y siempre pongo una excusa … pero a veces me da la oportunidad de recomponerme, de calmarme, de prepárame para otro asalto’. (Tercer año de enseñanza en escuela difícil)
‘Recuerdo lo que mencionaba Bill Rogers sobre cómo lidiar con las cosas que puedes controlar, no las que no puedes controlar. Intento incesantemente permanecer calmado, incluso si me provocan. Intento que no me afecte. Realizo un esfuerzo mental enorme para no enfadarme o entristecerme o exasperarme, y eso me ha ayudado.’ (Profesor recién licenciado en escuela difícil) |
Algunas de las estrategias para afrontar el problema son tanto filosóficas como prácticas. Uno de los trucos es recordar que (por norma general) a muchos profesores les resulta difícil llegar al nivel 10:
‘Tuve un mal día y mi mentor me recomendó dar un paseo por la escuela durante una lección en la que no estuviese enseñando. Pude ver a otros profesores en apuros y me hizo sentirme mucho mejor’.
(Estudiante de magisterio)
‘Tenemos problemas de comportamiento. Tenemos muchos niños estupendos, pero también una pequeña minoría que resulta bastante difícil. He tenido que dejar crecer una coraza para darme cuenta de que no solamente me pasa a mí. No es personal. Te das cuenta de que los profesores más experimentados también tienen problemas y te hace sentirte mucho mejor’.
(Profesor recién licenciado en escuela difícil)
‘Te preocupa y si eres sensible hablas sobre ello; los niños que te lo están poniendo especialmente difícil. A menudo ayuda poner las cosas en contexto. No es la respuesta mágica, pero te das cuenta de que no es para tanto. No es nada muy distinto de lo que le está sucediendo a otros profesores …’
(Profesor experimentado)
Un profesor con conocimientos avanzados habló de la importancia de intentar no tomarse las cosas personalmente cuando los alumnos son agresivos y groseros, así como cuán difícil es lograrlo:
‘Resulta increíblemente duro no tomárselo personalmente. No pensar que deberías haberlo evitado o que deberías haber controlado ligeramente su horrible comportamiento. Después de estos años sigo tomándomelo a modo personal, incluso cuando les digo a los profesores novatos que no lo hagan. Es vital por el bienestar mental de uno en esta escuela, sin embargo, no lo hace más fácil’.
‘Poner las cosas en contexto’ también fue sugerido como estrategia para lidiar con comportamientos no satisfactorios y las carencias en la escala de 10 puntos. Recordar que el nivel 10 no es lo habitual y que muchos alumnos con problemas tienden a comportarse mal y seguir intentándolo. Al entrar en el mundo de las aulas, uno abandona en cierto modo el mundo de los adultos con sus convenciones de comportamiento desarrolladas y generalmente aceptadas y entra en un mundo en el que muchos de sus habitantes todavía no han comprendo e internalizado dichas convenciones. Parte de la profesión de maestro es ayudarles a adoptar dichas convenciones:
‘No es agradable no estar completamente en control de una lección, pero hay que ver las cosas con perspectiva. No rendirse, no dejar de intentarlo, pero con cierta filosofía aceptando que la situación no sea perfecta. No pensar que la vida cambiará porque no fuiste capaz de tener a la clase completamente bajo tu control’.
(Profesor experimentado)
‘Algunos (profesores) parecían tener la habilidad de sobreponerse… de pensar después de una clase difícil o de un día duro… que mañana será otro día, aprender a ser fuerte. No rendirse, no dejar de intentarlo, pero no tomárselo de forma negativa o pasiva’.
(Asistente de profesor)
‘Algunos profesores son extremadamente profesionales… siempre calmados, educados y tranquilos, incluso bajo presión. Algunos también son capaces de quitarle hierro al asunto… olvidarse y centrarse en la siguiente clase’.
(Asistente de profesor)
Puede que resulte útil pensar en una especie de ‘escala Richter’ de atrocidades del alumno para intentar mantener las cosas dentro de su contexto:
‘Pienso en las atrocidades que pasan en el mundo… 9/11, decapitaciones, terrorismo, robos – o incluso las cosas que pasan en esta escuela, y al compararlo lo cierto es que el hecho de que un niño con problemas no quiera trabajar no parece tan terrible. Sigo intentándolo y hago todo lo que puedo por solucionarlo, pero de este modo no parece tan terrible’.
(Profesor recién licenciado trabajando en escuela difícil)
De Haydn, T. (2012) Managing pupil behaviour, Londres, Routledge.
Los artículos de blog de Laura McInerney. ‘How I survived my first year in teaching’ son un excelente recurso para recalcar la dificultad a la hora de lograr una atmósfera de trabajo perfecta en el aula y toman tiempo para desarrollar una buena relación de trabajo con los alumnos y las habilidades para controlar diestramente el comportamiento de los alumnos, https://lauramcinerney.com/2013/03/23/surviving-the-first-year-of-teaching-nqt-teachfirst-trainee-pgce-survived/